¡¡¡Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada ha dado con la solución!!!
Un gesto tan simple como permitir a un niño pequeño elegir libremente qué verdura le gustaría comer , ayuda a aumentar el consumo de estos alimentos en la población infantil.
Cuando pueden elegir, los pequeños menores de seis años ingieren hasta un 80 por ciento más de verdura y observaron, además, que aquellos niños a quienes se les permitió elegir los vegetales que deseaban comer ingirieron 20 gramos más, lo que supone una media de 40 gramos más al día entre comida y cena.
¿Qué tienen las verduras para que no les gusten a los niños?
El sabor amargo del calcio, muy presente en verduras como las espinacas y acelgas, la col, la cebolla, el cardo o el brócoli, puede ser un factor sensorial que influye muy negativamente en el consumo infantil.
Es fundamental saber combinarlas con salsas,quesitos, jamón, bechamel, lácteos, tomate y otros ingredientes que enmascaren el sabor amargo que suelen rechazar los niños.
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